Uno de los temas más controversiales en estos tiempos es el tema de la alabanza y la adoración.
Algunos piensan que al tener un buen equipo de músicos y un escenario lleno de luces podrán disfrutar de un tiempo especial con Dios. Otros plantean que la adoración en nuestras congregaciones depende de los géneros musicales que toquemos o del uso constante de sonidos envolventes (pads, leads, organs) y la forma en que se ejecutan los mismos, para dar ese sonido “worship” del que tanto se habla hoy día y que permite generar una “sensación de paz” o una “atmosfera especial” donde se pueda sentir la presencia de Dios.

Sabemos que adoración no es sólo música y que no podemos medir la calidad de nuestra adoración a Dios basados en la calidad del sonido y el nivel musical de nuestras congregaciones, sin embargo, cuando adoramos a Dios a través de la música, nos es necesario hacerlo con integridad, santidad y excelencia.

El propósito de este seminario taller es tratar de examinar a fondo los principios bíblicos y componentes organizacionales esenciales para desarrollar nuestra labor como equipo de alabanza con la mayor excelencia posible.